Darte el mejor combustible a precios que ni te lo crees. Y es que no importa si la otra gasolinera se llama como el rey de turno o si parece un centro comercial lleno de luces de Navidad, en Ocho lo que nos importa de verdad son los motores (y, claro, sus dueños, aunque a veces se nos cruce una bromita).

Todo comenzó en un mundo dominado por grandes operadoras, esas que tienen nombres más de multinacional que de vecino. Pues mira, nosotros decidimos que eso no iba con nosotros: apostamos por algo más nuestro, más de Badajoz, más cercano. Un combustible aditivado que te cuida el coche y un servicio como el que te daría tu primo, el que siempre está de cachondeo, pero que cuando hace falta, se pone serio.

Cuando arrancamos nuestra primera estación en 2014, el mercado estaba más tenso que la cuerda de un tambor: por un lado, las marcas low cost, y por el otro, los gigantes del sector. Pero, ¿sabes qué? Nos abrimos paso a base de dos cosas: un producto de calidad y un trato que ni por asomo te encuentras en esas gasolineras donde te atiende más la máquina que la persona. ¿Nuestro lema secreto? Darte “Fairy a precio de Flota”. O sea, calidad premium, pero sin hacerte un agujero en la cartera.